Mi primito ruso

Por Monica

Os presento a Sergi. Nació hace casi tres años en un pueblecito ruso a 800 km de Moscú y por estas fechas hará un año que forma parte de mi familia.

Todo empezó la Navidad de 2004 cuando mis tíos nos informaron, con lágrimas en los ojos, de que iban a adoptar un bebé. Empezaban la que sería una de las aventuras más emocionantes de sus vidas aunque también seguramente una de las más duras. Pero después de muchas entrevistas, exámenes psicológicos, visitas para observar la vida cotidiana de la familia, etc. llegó el viaje definitivo: ir a buscar a Sergi y llevarlo a su nueva vida.

Recuerdo perfectamente el día que llegó al aeropuerto de Barcelona abrazado a su mamá. Se encontraba en un entorno totalmente nuevo, rodeado de gente a la que jamás había visto y escuchando un idioma incomprensible para él. Sin embargo, y a pesar de haber hecho un viaje de muchas horas, no paró de regalarnos sonrisas y saludos con la mano, a la vez que lanzaba besitos al aire. Aún ahora se me pone la piel de gallina al recordarlo.

Sergi crece (¿cómo puede ser que coma tantísimo?) con sus papás y su hermanita en Cabrera de Mar. Ahora ya lo entiende absolutamente todo, chapurrea bastantes palabras, va al cole, juega, ríe, es travieso... En fin, es feliz. Y yo soy fan de mis tíos, que fueron capaces de hacer algo que ha cambiado su vida al 200% y por lo que me siento sumamente orgullosa. Coqui, Gemma i Mar sou uns craks. Us estimo moltíssim!!

besitos enormes y que se mejoren los griposos!!!!